domingo, 24 de junio de 2007

El shock del futuro, por Ezequiel Ander-Egg.




Ésta es una problemática que aparece en las últimas décadas del siglo XX. Es una nueva manera de plantear entre las innovaciones tecnológicas y el cambio social, provocando lo que Toffler ha llamado “el shock del futuro”, producido como concecuencia de la aceleración, novedad y diversidad de los cambiuos. Todo esto lleva a estados de anomia (no saber a qué atenerse), a conflictos de normas que dificultan orientar la conducta, ruptura de los nexos con los otros (las ciudades como “muchadumbres solitarias”)… Toda una serie de problemas que son “el resultado de la aparición brutal e inesperada de un elemento en la vida del individuo, que modifica de manera importante su existencia y al cual no logra, momentáneamente adaptarse”. El hombre moderno está inmerso en una dinámica de provisoriedad para lo que no está psicologicamente preparado… Como en otros momentos los expertos en desarrollo de la comunidad consideraron que este método de intervención social era idóneo para superar las resistencias al cambio, ayudar a que la brecha o desface entre cultura e innovaciones tecnológicas no produzcan efectos negativos en los individuos (o – al menos – que se atenuaran), ahora debemos plantearnos: ¿Qué puede hacer el desarrollo de la comunidad para evitar el deterioro de individuos, grupos y comunidades como consecuancia del impacto del futuro?... La psicologia social comunitaria da respuesta parcial atendiendo de manera particular los problemas de salud mental. Personalmente, no tengo respuesta a este problema, considerando los aportes que puede proporcionar el desarrollo de la comunidad; llamo la atención sobre el problema.

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